martes, 3 de febrero de 2015

10 claves del exito de Las mil y una noches

1. La historia de amor
No es una relación edulcorada, no es correspondida del todo, comenzó de manera turbia y para nada romántica. Onur le pagó un dineral a Sherazade (que ella usó para el trasplante que le salvaría la vida a su hijo pequeño) para pasar una noche con ella. El se enamoró, ella no se lo perdonó. Pero en su arrepentimiento, Onur está demostrando que se puede cambiar y Sherazade intenta no ceder pero... no hay voluntad inquebrantable. Es más, todavía (capítulo 20) no hubo un beso entre ellos.
2. Los personajes
Las actuaciones, para algunos, pueden resultar lentas. Pero una de las claves es el juego de sutilezas que guardan muchos de los personajes detrás de sus máscaras. Fuera del dúo protagónico, también generan empatía Kerem, Bennu y el pequeño Kaan. La pareja de Burhan y Nadide son claves para muchas escenas y Burhan (el otro gran arrepentido de esta historia), con su estricto sentido del deber, no deja a nadie indiferente.
3.El éxito en Turquía y en otros países
La novela, que fue grabada y emitida como unitario entre 2006 y 2009 en Turquía, tuvo gran éxito en su país de origen y es de esas producciones que triunfaron más allá de sus fronteras: Colombia, Ecuador, México, Chile, Brasil, Uruguay, Puerto Rico son sólo algunos de los países latinoamericanos que recibieron con los brazos abiertos esta historia.
4.La ficción llegó a la realidad
Otro ingrediente (gran condimento, por cierto) es que la historia de amor traspasó la pantalla, y de la ficción pasó a la realidad: Bergüzar Korel y Halit Ergenç(Sherazade y Onur) se enamoraron de verdad, dejaron a sus respectivas parejas de entonces, se casaron y tuvieron un hijo. Uno los ve en la ficción y no puede evitar que ese dato de la realidad se filtre haciendo más intensa la tensión amorosa y sexual entre ellos.
5.Amistades y amores cruzados
Si bien la trama es casi exclusivamente un trazado laberíntico sobre la historia de amor central, hay otros ejes que también aportan. Hay lazos de amistad, como el de Onur y Kerem, que une negocios, infancia en común y afinidades de toda una vida que, se presiente, se verán resquebrajados por el amor que sienten los dos hombres hacia la misma mujer. Algo parecido pasa con Sherazade y su gran amiga y confidente Bennu.
6. El horario y el rating
La emisión de la telenovela comenzó el 5 de enero a las 23. Pero la repercusión llevó a las autoridades de El Trece a cederle al programa el horario prime time estrella de las 22. El culebrón le devuelve la gentileza con creces que, en términos televisivos, es buen rating.
7. El machismo y las suegras
Adrede o involuntario, el machismo salta a la vista. Y no sólo por parte de los personajes más tradicionales como el severo Burhan. También el encantador Onur asoma con algunos rasgos machistas (lo llaman Don Onur), tratando de controlar y dirigir todo en la vida de Sherazade ante lo que ella se viene rebelando. Y algo que cada vez toma más peso en la historia y lleva como nombre el temido "suegra". Las señoras Feride y Secal (madres de Onur y Kerem) se las traen: no sólo se meten sin pedir permiso en las vidas de sus hijos (ya grandecitos, adultos y empresarios importantes), sino que no tienen pelos en la lengua para decirles en la cara que no les gustan las mujeres que ellos eligen.
8. El exotismo
Además de los paisajes bellísimos de una ciudad famosa por sus tesoros arquitectónicos y artísticos como Estambul, hay pequeñeces cotidianas que pueden llamar la atención del espectador local. La comida, por ejemplo: se ve a los personajes beber esa bebida de color blanco a base de anís que se llama raki; Burhan toma sopa de yogur todo el tiempo y no suelta su rosario; todos se quitan sus zapatos cuando entran en sus casas; los nombres impronunciables que resultan graciosos al oído extranjero como Buket, Bursu y Burzin (las nietas de Burhan) o Mirhiban (la ucraniana que cuida al hijo de Sherezade). El otro dato romántico es la alusión a Las mil y una noches original que Onur cita continuamente, recordando que su papá se lo leía de niño. Como homenaje, él bautizó a uno de sus caballos (su gran pasión) como Sasariye, aquel sultán a quien Sherezade (la primera, la de la literatura) le contaba sus historias.
9. Las influencias
Una de las marcas que indican que la novela es un éxito es que varios Registros Civiles del país recibieron el pedido para bautizar bebés con los nombres de Sherazade y Onur. Y eso que esto recién empieza, se emitieron apenas unos 20 capítulos.
10.La sencillez en las formas
A pesar del doblaje (finalmente uno se acostumbra), la historia se impone. La forma clásica del culebrón, los personajes satélite que no interfieren en el eje central, todo está en función del gran protagonista de Las mil y una noches: el amor. Hay miradas intensas, hay frases poéticas, hay sufrimiento y sacrificio. Pero también, romanticismo, ilusión y esperanza.

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